Cuando el objetivo nos orienta en la búsqueda de la información relevante

¿Existe alguna cosa en la vida que no disponga de un fin u objetivo que queramos alcanzar? Cada uno de los momentos de nuestra vida está orientado por un objetivo que es el que nos sirve de guía en los diferentes pasos que tenemos que seguir para conseguirlo. En el caso de la analítica web, disponemos de herramientas que nos sirven de vehículo para alcanzar nuestro propósito pero que, por sí mismas, no nos ayudan a alcanzar el objetivo, a no ser, claro está, que nosotros las activemos y las interpretemos para que así sea.

¿Estrategias de aprendizaje online?

Dicen que vivimos en el mundo de la información, que lo que nos tienen que enseñar son estrategias para que sepamos adquirir conocimientos más que reproducirlos de una manera mecánica. Ya no sirven las maneras convencionales de enseñanza tradicional en las aulas. Cada vez nos enfrentamos más a un mundo donde la información adquiere tintes caóticos, donde necesitamos disponer de una serie de competencias que nos permitan ser eficaces tanto personalmente como profesionalmente.

Mi pregunta es: ¿hay que enseñar estrategias online de búsqueda de la información? ¿O simplemente trascienden las mismas estrategias del mundo off line al mundo online?

Beneficios del curso de GA

Hace una semana, aproximadamente, acudí a un curso de GA impartido por web-analytics.es, y en este caso, por Cristina Mataix. Mis conocimientos sobre GA hasta ese momento eran muy “para estar por casa”. Conocía el significado de las métricas más básicas, así como también había investigado un poco, por la interfaz de Google y en la red, todo aquello que tenía que ver con la analítica web.

¿Existe una receta para ser líder?

Conclusiones de un posible final que se ha catalogado de difuso, disperso, inconcluso. Creo que Seth Godin ha conseguido lo que pretendía, generar en nosotros ese espíritu inquieto, inconformista, que rompe las reglas, el hereje que se lanza y se enfrenta al statu quo.

Reflexiones

¿Herencia o ambiente? ¿Innato o adquirido? Son los eternos debates que han existido y que siguen existiendo en la actualidad. ¿Uno nace o se hace líder? Quizás las dos partes tengan sentido y sea un cómputo de ambas corrientes, debemos tener determinadas predisposiciones que faciliten que un entorno favorable las potencie y desarrolle. Pero quizás todo esto se podría venir abajo si atendemos a las características de personalidad que imperan en cada uno de nosotros. Aún disponiendo de estos caracteres predeterminados, de un ambiente favorable, no se desencadena la decisión de ser líderes de un grupo, de saber guiar a nuestros iguales ya que también tiene un peso importante qué queremos conseguir y hacía dónde nos dirigimos. Quizás sea la confluencia de determinadas variables y factores los que hagan que nos decidamos por ser líderes, aunque es cierto que el verdadero líder no es aquel que se impone o que quiere serlo sino el que, sin pensarlo ni quererlo, actúa como un líder. Por tanto, estamos hablando de características de personalidad y de un ambiente favorable como factores determinantes de la posición de líder.

En línea con lo que dice Seth Godin en su libro “Tribus” tenemos que perder ese miedo a la crítica, a ser señalados con el dedo ya que el fracaso es fracaso cuando no se realiza nada por cambiar la situación, por cambiar nuestro entorno más próximo y tener repercusión en un entorno más distante. Porque las cosas cambian en la medida que nosotros actuamos sobre ellas y las moldeamos y definimos, en la medida que actuamos y manifestamos determinados comportamientos y conductas. ¿Qué hace que nos lleguemos a identificar con determinadas personas, patrones, formas de pensamiento? ¿Qué le hace a un líder ser líder? ¿Él mismo o sus seguidores?